Madrid, vista desde la lejanía

Qué tristeza que todo lo que trasciende de la Comunidad de Madrid hacia los que estamos fuera sean las luchas intestinas que tienen su Presidenta doña Esperanza Aguirre y el Alcalde de la ciudad de Madrid, don Alberto Ruiz Gallardón, que pena que su Televisión Autonómica sea hoy portada de la prensa nacional por comparar la Manifestación del sábado 12 de diciembre promovida por los sindicatos con las que hacía Paquito, ese asesino con bigote que gobernó España a su antojo durante 40 años, que lástima que cada día tengamos que desayunarnos con un nuevo imputado de la trama Gürtell, alcalde de algún municipio de la Sierra Rica de Madrid, qué frustración que nuestros compañeros de Madrid, vieran cómo el Tamayazo los privó de gobernar la Comunidad y robó a los madrileños la oportunidad de que este panorama tan desesperante no se materializara.

De las luchas intestinas estamos muy hartos todos, los socialistas y hasta los de su propio partido, utilizar las instituciones públicas, los gobiernos autonómicos y locales legítimamente elegidos por los ciudadanos, como trampolín de las aspiraciones partidistas de uno, está muy feo. Pero hemos de reconocer que sólo les perjudica a ellos mismos, que el PP de Madrid sea un gallinero de ambiciosos, imputados por ladrones, bajo todo tipo de sospechas, hace que su partido pierda votos en el resto del Estado allá ellos.

Pero que la televisión pública de Madrid, pagada con los impuestos de los madrileños, tengan el color político que tengan esté completamente al servicio de doña Esperanza, como también sucede con el Canal 9 de Valencia, eso es más grave, que se diga textualmente en un programa informativo de Telemadrid "Turismo de manifestantes. Como en los viejos tiempos de la dictadura". Así definió un presentador de Telemadrid el sábado pasado la manifestación por el empleo que reunió en Madrid a decenas de miles de personas… para luego poner las imágenes de las concentraciones de apoyo a Franco en la Plaza de Oriente, es de vergüenza, claro que allí nadie dimite, se ve que esa palabra la tienen borrada de los diccionarios que manejan en Génova.

Finalmente, que en una Comunidad Autónoma, en esta España democrática, moderna, integrada en Europa, se produzca un pucherazo como fue el de Tamayo y Saez y no pase nada, no investigue la Fiscalía Anticorrupción (claro que como Aznar la había quitado porque con el PP, no era necesaria…), no haya ninguna consecuencia ni política, ni jurídica, eso es algo inconcebible.

En fin, triste panorama el que nos mandan desde la capital del reino, aquí, en lo alto de la montaña os compadecemos enormemente, aunque suframos un Alcalde pepero, nada comparable a lo que tenéis ahí en Madrid.