12.11.2009

Las menores y el aborto

Estaba yo tan feliz por una vez con mi Gobierno, estaba yo tan emocionada de ver que nos acercábamos a los verdaderos postulados de la izquierda, estaba yo tan orgullosa de ser tan roja y plof, desencanto al canto (valga la repugnancia). ¿Por qué reculamos, señor qué cruz?. Leo con estupor en la prensa que las menores de 16 y 17 años tendrán que informar a sus padres de su intención de abortar, pero… aquí vienen el truco “salvo que prueben malos tratos, coacciones o amenazas”.


Desde un punto de vista jurídico procesal (que se me noten los estudios) es muy difícil que una menor pueda probar que en su casa la amenaza, coarta, pegan…, por tanto ¿qué se pretende poniendo esta coletilla? Pues callar voces y seguir adelante.


Me explico, en realidad, volvemos a una situación fáctica parecida a la anterior, el médico de la clínica que practica el aborto, persona progresista, empática con las mujeres que allí acuden, certificará que la pobre criatura sufre la citada coacción y ya está, a abortar.


Luego, si lo que se quería era que las menores de 16 y 17 años puedan abortar sin consentimiento paterno, que es lo lógico por otra parte, que tienen derecho según la Ley de Autonomía del Paciente, que son las que van a ser madres si quieren, que son las que han tenido la suficiente madurez para mantener relaciones sexuales y por tanto debe presuponérseles la suficiente madurez para hacer o deshacer con su cuerpo, que es suyo, no de sus padres, lo que consideren mejor, si lo que se pretendía era eso, señores míos, haberlo dejado como estaba y punto.



Pero no, como no queremos gresca, como queremos y no podemos, como en realidad somos pero no somos y esto es un si, pero no, al final, hacemos como que obligamos a las menores a informar a sus padres, pero les damos el comodín de las coacciones para no hacerlo.


El resultado es el mismo, libertad para la mujer de abortar durante un periodo de tiempo x, que es lo que sucede en toda Europa civilizada y que es, por otra parte, lo más lógico. Pero hubiera sido tan bonito mantenernos firmes en nuestra ideología, en nuestros principios progresistas, en nuestra defensa del derecho al aborto, libre, gratuito y en condiciones dignas y seguras, hubiera sido tan bonito que hubiéramos defendido nuestras ideas socialistas, con S mayúscula… Me lo pediré para los Reyes Majos.

3 comentarios:

  1. Bueno, mujer, no es la primera vez que hay que hacer un quite de estos para sacar algo adelante, lo importante es que se pueda sacar y equipararnos como dices al resto de paises. Yo me divierto mucho entrando a veces en blogs conservadores y leer las tonterías que vierten.

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  2. En este país seremos libres cuando se pueda hablar del aborto sin que resulte anatema, se quiten las cruces de los colegios públicos y República no sea sinónimo de desorden...
    Bomarzo.

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  3. Uf, y los obispos pidiendo que sea delito abortar... y recogiendo firmas para no quitar crucifijos... si es que quemamos pocos conventos....

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