12.16.2009

Cosas de niños

Mi hijo de 4 años ha preguntado hoy ¿mamá, los Reyes son los padres? Completamente compungido, puchero en boca y yo muy tranquilamente y con mi mejor cara le he contestado “¿los padres de quién, cariño?”… prueba superada por este año.

Cuando mi hija tenía 6 años me vino con la misma cantinela, “mamá, me han dicho en el cole que los Reyes son los padres”, yo contesté con la misma inocente expresión en el rostro: “¿los padres de quién?, me dijo, “no tonta, los padres míos, tu”, ahí puse cara de espanto: “¿yo, pero cómo voy a ser yo los Reyes Magos?”, empezando a impacientarse por mi discapacidad comprensiva, “a ver, mamá, que los padres son los que compran los regalos de los Reyes a los hijos…”, carcajada teatral “¿yo?, pero si nunca tengo un duro, ¿cómo te voy a comprar yo nada, mujer?”… silencio, dudas, “eso es verdad”, prueba superada, mamá gana a los puntos.

Año siguiente y vuelve la niña a la carga: “mamá, no me engañes más, lo se todo, tu me compras los regalos de los Reyes Magos”, cambio de estrategia que va siendo más mayor, “si eso es así, ¿quién me compra a mí los míos?, ja ja ja, cree que me tiene en sus manos: “eso es fácil, la abuela…”, ya eres mía bacalada, “bien, ¿y quién se los compra a la abuela?”, la confianza en la victoria empieza a decaer, “bueno pues la bisa”, ahora la puntilla definitiva, “y a la bisa ¿quién se los compra?... silencio, más dudas, “pues es verdad, mamá, eso no lo había pensado”, hala otro año la madre gana a los puntos.

Cuando al fin supo la verdad, porque el bocachancla de su padre se lo confirmó, vino muy ofendida a decirme “ya te vale mamá, la de bolas que me has contado todos estos años”, en mi descargo tuve que explicarle lo bonita que es la inocencia infantil, la ilusión por los Reyes, el Ratoncito Pérez y demás sueños de niñez… pero en su cerebro quedó indeleble la sombra de la sospecha y desde entonces pone en tela de juicio todo lo que le digo, menos mal que su fuente de contraste es mi actual marido, hombre bueno y sensato, con mucha mano izquierda y que avala cualquiera de mis afirmaciones por descabellada que sea.

Menos mal que el pequeño, de 2 años, tiene lengua de trapo y habla un idioma desconocido que solo su hermano entiende y que me temo nos hace una traducción interesada y aún no me pone en compromisos, benditos bebes, qué ricos son.

3 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho tu post, yo tengo un hijo de 4 años y aún no me he encontrado con este problema, pero cuando me llegue espero recordar tus respuestas, jajajaja

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  2. Este año mi rey es el del Burguer King, que horror de calorías llevo.

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  3. Qué preciosidad de historia... Jo.
    Bomarzo

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