1.18.2010

Mi primera vez

La primera vez que fui a esquiar fue el día de mi 28 cumpleaños gracias a mi ex/pedante. No se me dio mal que una es bastante habilidosa en esto de los deportes o como dijo mi ex/pedante: “no es que seas habilidosa es que tienes mucha fuerza…”, jódete, aún hoy no se si tomármelo como un cumplido o pensar que me llamo bruta por toda la cara. Desde entonces ha ido siempre que he podido y me parece de lo mejor que se puede hacer en tu tiempo de ocio.

La primera vez que comí en un japonés, no me gustó el sashimi, es curioso porque a día de hoy es de las cosas que más me gustan, tanto es así que me hice una colección de cocina oriental, de esas que te vende RBA Editores en septiembre para salir de la depresión postvacacional, que además de todas las recetas también tenía su vajilla completa y todos los achiperres necesarios y ahora soy una experta.
 
La primera vez que viajé en avión tenía 14 años y fui a Gran Canaria a pasar el verano con unos familiares que allí tenía, lo hice con un billete a nombre de mi prima para viajar a mitad de precio como residente canario, eran otros tiempos claro, no había seguridad en el control y no tenías ni que enseñar el dni. Aún hoy recuerdo la sensación de libertad que experimenté en el momento del despegue. No me tocó ventanilla, pero el chico que iba a mi izquierda cerró los ojos, se agarró a los reposabrazos y creo que pasó el peor momento de su vida mientras yo me asomaba a la ventanilla por encima de su hombro. En cambio ahora lo paso fatal cuando viajo en avión, cada día peor, es coger una turbulencia y salírseme el corazón por la boca, me estoy haciendo mayor.
 
La primera vez que me agarré una papa tenía 2 años, estaba en Logroño tierra de mi padre y mientras los mayores tomaban vinos en la calle Laurel, conocida también como “senda de los elefantes” por las trompas que coge el personal, mi primo de 4 o 5 años y yo fuimos bebiéndonos todos los culos de vino que quedaban en las mesas y cuando los padres salieron a la calle nos encontraron cogidos por los hombros torrijas perdidos de lo que tengo fotos que lo acreditan… hace poco volví a Logroño y me agarré una papa similar en la calle Laurel y me hice fotos debajo del cartel con el nombre de la calle para probar que nada cambia.
La primera vez que me operaron tenía 4 años, fue de anginas y antes eso lo hacían a lo vivo, te sentaban en una silla, te ataban las manos, te abrían la boca con una especie de gato y hala, con unas tenazas te arrancaban las anginas, aún recuerdo escupiendo sangre en una fuente que había en el pasillo. Luego te pasabas una semana en cama comiendo helados, pero no te apetecían porque eso dolía una barbaridad. Hoy en día no te extirpan las amígdalas salvo problema grave porque son una defensa del organismo.
 
La primera vez que alguien me llevó al huerto, (que si, que se que es lo que estabais todos esperando, que contara mi primer polvo), tenía 15 años y él 30, fue un listo pero lo cierto es que fue una experiencia no traumática, me atrevería a decir que hasta agradable, que es lo que tengo que agradecerle al pervertidor de menores. Fue en verano, en una furgoneta en mitad de un campo de uvas, con las puertas abiertas viendo las estrellas y de postre un ramo de uvas tan refrescante. Hoy si me entero que alguien ha desvirgando a mi hija, que tiene esa edad, me da un infarto triple, los tiempos nos cambian una barbaridad.

6 comentarios:

  1. Juju, qué bueno, yo esperaba una entrada chechual

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  2. ¡Qué bonito! Casi haces que parezca que no era un cabrón pederasta.
    Estoy contigo. A mí me da un infarto cuádruple, fíjate.

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  3. jajajaja pues sí, nos quedamos con la última. Y eso demuestra que a los 15 uno no es tan crío como pensamos luego de mayores. Quince años tenía con la que luego me casé! (yo 18) y no veas lo que aprendimos juntos. Ahora, a mi niña con esa edad que no me la tocaran...

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  4. Jajaj por supuesto estabamos esperando a que contaras el polvo. Desde luego cambian los tiempos, o a lo mejor nos cambian las concepciones sociales manejadas por la tv, pero desde luego me ha dado mucha grima pensar en el tío ese contigo de menor....
    Para contrarrestar, hablando de sashimi, este sábado tomé uno buenisiiiisimo, y entre otras cosas, pastel de atún con sésamo, que era un troncho de atún crudo rebozado del sésamo ese y pasado por la plancha unos segundos, qué cosa más rica ufffff

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  5. Mi primera vez fue en el sofá de casa... Y no fue muy agradable, la verdad.
    Bomarzo.

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  6. Hace poco pensaba yo en algo parecido. Con nuestros quince años y nuestras cortas entendederas lo teníamos todo controlado (o eso creíamos). Y ahora lo piensas en nuestros hijos...

    Me estoy volviendo un carca rematao...

    Mi primera vez... aproveché que "paseaban" a la patrona de la ciudad por las calles y la casa de ella estaba vacía. No fue muy bien y la culpa fue de Rocky Balboa, mirándome el culo desde aquel poster en la pared, con su cara de gili sonao, mientras yo trataba de dejar el pabellón bien alto...

    Salió regular pero, como buen egocéntrico, siempre he pensando que la culpa fue de Rocky.

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