González Pons, qué asco me das

Como yo soy socialista y no lo oculto, voy a ponerme tendenciosa, partidista y absolutamente parcial, lo aviso para que luego no me deis el coñazo.

Hay  mucha gente en el PP que me cae mal, es lógico porque son mis enemigos ideológicos y porque además la concentración de corruptos, ladrones, mentirosos, cínicos y demás Gürtelinos es la más alta del muendo.

Pero, por encima de todos ellos está el señorito González Pons que con su aire  perroflaútico de Armani, con su pelos de postmoderno aventurero y su sonrisa falsa profiden me pone a parir, saca lo peor de mí.

Si ya me caía mal desde hace tiempo, el día que le vi en el Hormiguero metiéndose los dedos hasta la garganta y haciendo como que vomitaba cuando el imbécil de Pablo Motos le preguntó su opinión sobre Zapatero, decidí no volver a ver el Hormiguero y declararle la guerra sucia al señorito Pons.

Para rematar la nausea que me da, ahora la ha cogido meona con Alfredo Pérez Rubalcaba, claro, lógico, Afredo es todo lo que Pons querría ser y no le da ni el intelecto ni el carisma.

Independientemente de que este petimetre me cae como el culo, al márgen de su escaso valor intelectual, la Fiscalía de este país debería actuar de oficio y meterle un paquete por acusar al Ministro del Interior de manipular el sumario de la Gürtell, de avisar a los etarras para que huyan, de escuchar ilegalmente al primer partido de la oposición...

Señor Pons, déjese de peinarse los cuatro pelos que le quedan al estilo Anasagasti y concéntrese en limpiar toda la mierda que se acumula en los despachos de Génova, su partido se lo agradecerá y España entera, también.