Lo del animalico Puerta

Hoy nos desayunamos con la noticia de que Antonio Puerta, aquel mala bestia que estaba dándole una paliza a su novia y le doy otra al señor Neira cuando se metió a defenderla, está en libertad bajo fianza y claro, los españoles de bien, se rasgan las vestiduras.

Yo no, vaya esto por delante para que el que no quiera leer según qué cosas lo deje aquí.

En primer lugar aclaro que el señor Neira hizo bien en defender a la novia, es lo que deberíamos hacer todos cuando vemos una injusticia, la que sea, defender al débil y que durante los meses que estuvo convaleciente yo seguí su evolución, alegrándome mucho de que terminara con bien de aquello.

En segundo lugar aclaro que la novia en cuestión es una cerda integral, que no voy a decir aquello tan machista de que hacía bien el otro animalito en pegarla, pero que tuvo una actuación demencial los días después de la agresión, poniéndose del lado del maltratador y ganándose unas pelas en la tele diciendo barbaridades con lo que, por mi parte, que la den.

En tercer lugar aclaro que conforme ha avanzado el tiempo, el señor Neira me ha ido pareciendo un chulo, un prepotente, un facha y un cara dura, que se ha vendido a la señora Aguirre por 30 monedas de plata.

Finalmente llego al tema central de esta entrada, el animalico Puerta en libertad bajo fianza, lógico, el bestia parda este, si bien es verdad que agredió a Neira, no fue el culpable del calvario que sufrió, sino que lo fue la Sanidad Madrileña, que le dio largas varias veces antes de atenderle, que no tuvo en cuenta sus problemas de corazón, hipertensión, etc previos y que cuando acudía a urgencias con diversas dolencias le mandaba para casa con un ibuprofeno, norma en las Comunidades en las que manda el PP.

El animalico este, le dio un par de golpes que constituyen una agresión y que tienen que ser juzgados como tales, que el señor Neira tenía problemas previos, ni lo sabía ni tenía por qué saberlo, que en la Comunidad de Madrid te mueres antes de que te atienda un médico en condiciones, de eso tampoco tiene culpa el anormal, luego el juez, el fiscal y todos los actores judiciales tienen que ceñirse a los hechos y a su tipificación en el Código Penal y dejar las consideraciones sociales, políticas y teatrales a un lado.