4.26.2010

Sábado de emociones intensas

El pasado sábado, 24 de abril, mes de la República, viajamos a Madrid para unirnos a la manifestación convocada contra la Impunidad de los Crímenes del Franquismo. Lo hicimos toda la familia, creo que a mis pequeños les viene bien saber qué piensan y sienten sus padres, habrá quien a esto le llame adoctrinamiento, yo le llamo educación en los valores propios, que considero los mejores, por eso los tengo, sino, tendría otros.

Hacía sol y cuando llegamos a la Cibeles había muchísima gente, gentes de bien, gentes de todo tipo, personas mayores, jóvenes, matrimonios, grupos de amigos... y había banderas de la República, muchas y preciosas banderas tricolor que me arrugaron el corazón de emoción.

Parece que la asistencia masiva desbordó las previsiones, no solo de la organización que reconoció con júbilo la masiva asistencia de ciudadanos, españoles de bien, sino también del señor Alcalde de Madrid, que no previó que había que cortar el tráfico con tiempo suficiente y que condenó a quedar atrapados en medio de la manifestación a un sin número de conductores madrileños por la calzada de la calle de Alcalá.

Durante el recorrido, que mi mediano hizo de mi mano o de la de su hermana mayor, (el pequeño iba en la mochi a espaldas de su padre),  no preguntó nada, lo observaba todo con sus enormes ojos azules y yo sabía que iba tomando nota, que iba acumulando preguntas y que me esperaba un domingo de explicaciones, pero lo que más le impresionó fue una enorme bandera de la república que un joven delgaducho, vestido de rojo, ondeaba al viento sobre un quiosco de prensa... ahí no se pudo contener y me preguntó mamá, esa bandera, no es la bandera de España, pero es igual a la que tienes tú en tu cuarto... claro hijo, esa no es la bandera que hoy tiene España, pero si es la bandera que un día tuvo España, el día que la democracia venció al miedo y que la república dejó atrás un régimen antiguo, totalitario, retrógrado, machista e injusto, la monarquía de Alfonso XIII.

Una vez leído el manifiesto por diversos famosos como Almodovar o Maruja Torres y por Marcos Ana, el preso político que más años pasó en las cárceles de Franco, se guardó un minuto de silencio, no se si fue buscado o casualidad, pero en mitad del estruendoso silencio el reloj de la Puerta del Sol dio las ocho y esas ocho campanadas retumbaron en nuestras conciencias, nos trajeron el recuerdo de nuestros muertos e hicieron asomar las lágrimas a nuestros ojos.

SALUD Y REPUBLICA

3 comentarios:

  1. Que gusto ver como los "españoles de bien" se manifiestan.
    ¿Cuántos erais?...

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  2. Una bonita forma de homenajear todo el significado que encierra la república que se perdió y la que tendrá que llegar.
    Salu2

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